TRASTORNO ANTISOCIAL DE LA PERSONALIDAD.
El trastorno antisocial de la personalidad está dentro del DSM-V en el Grupo B, de los Trastornos de la Personalidad. El término de Trastorno Antisocial, no se acuñó hasta 1962 con el DSM-II, y el primer término para definir dicho trastorno fue “Personalidad Psicopática” por Kraepelin en 1904 (Barraza-Sánchez, et al., 2018).
El trastorno antisocial se caracteriza por “un patrón general de desprecio y violación de los derechos de los demás, que comienza en la infancia o el principio de la adolescencia y continúa en la edad adulta” A continuación os adjunto los criterios diagnósticos para el TAP según el DSM-V:
Personalmente, he escogido dicho trastorno porque considero que se deja de lado, a pesar de su importancia, ya que tiene diversas implicaciones que observaremos más adelante. Además, creo que tiene un valor añadido, ya que debido a la pandemia en la que nos encontramos a podido verse especialmente afectado. A pesar de que su prevalencia es de aproximadamente 0,7-3%, se trata de un trastorno con un carácter inexplicable que llama la atención (López Miguel, y Núñez Gaitán, 2009). Son los jóvenes que experimentan abuso físico y uno o más tipos de negligencia en la infancia quienes pueden tener un riesgo especialmente elevado de trastorno antisocial (Ruiz Castañeda,y Gómez-Becerra, 2012). Y además, en cuanto vemos a alguien frío y distante o un crimen, rápidamente decimos que es un antisocial, y considero realmente importante darle su lugar, que la gente sepa realmente lo que implica, y que no caiga en las etiquetas.
Las consecuencias del TAP a nivel anatómico son mínimas, por no decir que ninguna. Pero a nivel funcional, encontramos diversos aspectos importantes. Debido a sus síntomas, ven como algo normal el incumplimiento de normas, por lo que suelen tener problemas en su día a día a la hora de seguir las normas viales, sociales… Es por ello, por lo que suelen tener multas y disputas relacionadas con el pilotaje, además de encontronazos con ciudadanos. Como consecuencia de esto suelen ser rechazados (Gaviria Valencia, 2016). Por ejemplo, dentro de esta situación de pandemia, están teniendo grandes problemas para seguir las normas sanitarias, como es el uso de la mascarilla. También, si se encuentran en un semáforo en rojo, las personas con TAP se lo saltarán de forma agresiva. Otra situación es cuando tienen que guardar el turno para comprar algo, ya que se saltarán la cola sin importarles lo que les digan los demás. A nivel económico tampoco tienen problemas a la hora de no pagar una deuda, como puede ser el alquiler. Con lo explicado anteriormente, se observan diferentes casos en los que el TAP les dificulta realizar ciertas actividades.
Pero, ¿qué les dificulta en su vida en general? Siguiendo las ideas de Gaviria Valencia (2016):
· Suelen tener problemas con la ley, ya que cometen robos o estafas para conseguir un beneficio económico. Por lo que suelen tener entradas reiteradas a los centros penitenciarios, ya que no tienen la capacidad de analizar una situación y aprender de sus consecuencias.
· Debido a la constante búsqueda de sensaciones nuevas y estímulos externos, suelen ser tener problemas con el de sustancias como drogas o alcohol, llegando a las adicciones.
· Poseen dificultades en la resolución de problemas, así como un déficit afectivo. Por lo que no tienen empatía a la hora de pensar cómo se sienten las otras personas con sus actos, y no persiguen resolver ninguno de los problemas que se les puede presentar, sino que actúan de forma impulsiva y violenta.
· Suelen ser rechazados socialmente, por su violencia, son mentirosos, agresivos, suelen pedir dinero prestado constantemente, golpean a sus parejas… Por lo que no suelen tener una red social de apoyo, lo que ayuda en su tratamiento.
Personalmente, considero que es complicado establecer unas medidas que faciliten una participación plena y feliz para las personas con TAP. Pero un punto clave para ello es concienciar a la sociedad y sus ciudadanos de la importancia de este trastorno, y sus implicaciones. De tal forma que se consiga una ayuda unánime por parte de cada persona que rodea a cada persona con TAP, facilitando de esta forma el tratamiento y su día a día.
A continuación, os adjunto algunas de las entidades que trabajan ya con este trastorno:
· Asociación Española de Familiares de Afectados por Trastornos de Personalidad : https://psiquiatria.com/article.php?ar=trastornos-de-la-personalidad&wurl=asociacion-espanola-de-familiares-de-afectados-por-trastornos-de-personalidad
· Asociación de ayuda e investigación de los Trastornos de la Personalidad en Cartagena, Comarca y Mar: https://www.migranodearena.org/usuario/tp-cartagena-mm---asociacion-de-ayuda-e-investigacion-de-los-trastornos-de-personalidad-en-cartagena-comarca-y-mar-menor
· Asociación en defensa de la atención a los trastornos de la personalidad: https://consaludmental.org/directorio-asociaciones/avance/
· Asociación Levantina Ayuda e Investigación Trastornos de la Personalidad: https://www.somospacientes.com/asociacion-levantina-ayuda-e-investigacion-trastornos-de-la-personalidad/
Os animo a ver la película “La naranja mecánica”, donde se refleja el Trastorno Antisocial de la Personalidad. Adjunto el tráiler de la película:
A continuación os adjunto algunos vídeos que considero de interés:
El Trastorno Antisocial de la personalidad
10 personas históricas con TAP
Cortometraje Trastorno antisocial
Caso de Beth con un trastorno antisocial:
Espero que os haya resultado interesante.
¡Nos vemos pronto!
Referencias bibliográficas:
Barraza-Sánchez, B., Iglesias-Hermenegildo, A., y Serrano-Ruíz, J. J. (2018). Trastorno Antisocial de la Personalidad: Epidemiología, Criterios de Diagnóstico y Tratamiento Psicoterapéutico. Educación y Salud Boletín Científico Instituto de Ciencias de la Salud Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, 7(13), 1-12.
Gaviria Valencia, J. E. (2016). Tratamiento y prevención del trastorno de personalidad antisocial: una revisión.
López Miguel, M. J., y Núñez Gaitán, M. D. C. (2009). Psicopatía versus trastorno antisocial de la personalidad. Revista Española de Investigación Criminológica (REIC), 7, Artículo 1, 1-17.
Ruiz Castañeda, D., y Gómez-Becerra, I. (2012). Patrones de personalidad disfuncionales en niños y adolescentes: una revisión funcional-contextual. Suma psicológica, 19(2), 131-1
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